COMODINES
Como sombras disipadas por un nuevo amanecer, los barquitos de pan hundiéndose en el plato de sopa. Como huellas borradas por las olas, las manos colocando la servilleta al cuello. Como el humo de la chimenea bailando con el viento, la cuchara en dirección a la boca. Después, un poco de pescado hervido, sin espinas y con mucha paciencia, y quizás media manzana.También un lavado de dientes con pasta mentolada, y dos pastillas de valeriana antes de acostarse en el sitio de su mujer, para evitar verlo vacío al despertar, como un solar abandonado en medio de la ciudad.
Microrrelato finalista en Wonderland el 19/03/2016
La vida sigue, aunque la ausencia sea difícil de llenar.
ResponderEliminarEnhorabuena, Paloma. Un abrazo
Felicidades. Paloma. Es muy bueno. Ya tenía ganas de leerte.
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